En Asturias descubrimos el verdadero arte de perderse, de no seguir un camino marcado, de vivir el viaje con todos los sentidos. Conocimos lo que era viajar por la simple belleza de hacerlo.
Aunque una experiencia slow puede ocurrir en cualquier destino, lo cierto es que rodearte de bosques, acantilados, playas y pueblos minúsuclos con encanto lo pone más fácil.
Al viajar a este tipo de destino te darás cuenta que el slow travel esta ligado al turismo rural, de tal modo que los convierte en un dúo inseparable. Por lo tanto, si lo que buscas es un viaje slow y tienes miedo de que se quede en el intento atentx a las siguientes recomendaciones.
Te proponemos una lista de destinos por el terreno asturiano, donde no debes pararte a pensar en un viaje slow, si no que se producirá como por arte de magia.
La primera parada en nuestro viaje fue el encantador pueblo de Bulnes. A priori su encanto reside en la ubicación que tiene, y es que se encuentra totalmente aislado de la civilización (o al menos así era hasta que un funicular conectó la población para facilitar el acceso a sus vecinos).
Sin embargo, la ruta a pie desde Poncebos te resultará de lo más atrayente. Acompañados por el río Cares en todo momento la caminata se convierte en una experiencia increíble. Las abruptas y majestuosas montañas, el verde tan particular de Asturias, y las vacas pastando a tu paso, harán que merezca la pena el haber elegido esta opción.
Una vez tus pies pisan terreno plano, la sencillez del pueblo con sus chimeneas encendidas y sus vistas conseguirán que te quedes atrapado en esta mágica aldea durante todo el día. Relájate en uno de sus bares a la orilla del rio y simplemente disfruta de las tonalidades del otoño, así como de la amplia variedad de comida tradicional. ¡Hasta las personas vegetarianas pueden elegir entre varios platos!
Sin lugar a duda, se trata de un paraje inolvidable, el cuál nunca podrás ver dos veces igual: sus cambiantes mareas, el constante movimiento de las nubes y sus infinitos prados son los que consiguen este efecto. Para nosotros se convirtió en un lugar donde jamás rechazaríamos un picnic.
si al igual que nosotros, te gusta descubrir lugares exóticos y sorprendentes durante tus vacaciones, ¡apunta la ubicación!
Gulpiyuri, es sinónimo de contrastes, de sentimientos contradictorios. A nuestro entender, esta es una sensación que se debe experimentar una vez en la vida. Nosotros la conseguimos apreciar cuando nos adentramos en un prado con aroma salado, al sumergir nuestros pies en arena de playa para posteriormente acariciar la hierba de los prados. Finalmente, nos quedamos prendados de la melodía proveniente de un dueto entre vacas y gaviotas.
Si no has tenido suficiente con los contrastes de Gulyipuri, la aventura continua en la población de Cueves, núcleo cercano a Ribadesella.
Lo más curioso de este pueblo asturiano es su entrada a través de un cueva de considerables dimensiones (importante llevar una linterna para cruzarla) repleta de estalactitas e incluso pequeños canales de agua.
Te recomendamos dar una vuelta por el pueblo y esperar la llegada del tren. En ese momento, tuvimos la agradable sensación de estar en una época anterior.
Al visitar estos increíbles lagos, nos dimos cuenta de que el interior de Asturias es mucho más que los famosos Lagos de Covadonga, De este a oeste encontrarás maravillosas alternativas menos frecuentadas, y en los que realmente puedes sentir es ansiada libertad de andar en soledad y apreciar los sonidos de la naturaleza.
Un claro ejemplo, es el Lago del Valle. Una ruta de senderismo sencilla y de pocas horas, en la que podrás desconectar y crear una simbiosis entre la naturaleza y tu mismo. No te olvides de inspirar aire puro y expulsarlo con todas tus fuerzas para sentir una experiencia plena.
Casi en terreno Leonés, se encuentra la Braña de Pornacal, una reliquia de la arquitectura que permanece en el tiempo.
Nos encantan este tipos de construcciones, donde se respetan los materiales propios de la tierra y en el que el impacto es el mínimo posible. Realmente es todo un ejemplo de como se debería construir, aprovechando todos los beneficios del entorno.
También pudimos disfrutar de un bosque plenamente otoñal, y contemplamos como las nubes y la niebla jugaban entre las montañas haciendo que nuestro camino de regreso fuera más mágico todavía.
Cudillero tiene todo lo necesario para ser un pueblo costero referente. La entrada del mar abrazando su plaza principal, redes en cada puesto, los sutiles colores en sus fachadas, ¡incluso la ropa secándose en los balcones tiene un encanto especial!
No obstante, nos quedamos con el paisaje visto desde cualquiera de sus miradores, en los que puedes explorar cada pequeño rincón de este precioso lugar.
Piérdete entre sus calles decoradas con fantásticas hortensias de colores pastel o acércate al paseo marítimo a ver el pueblo desde sus faros.
A escasos minutos de Cudillero encontrarás unas vistas donde podrás parar el tiempo tanto como desees. Concéntrate simplemente en la inmensidad del mar y la fuerza que guarda en sus olas. Relajarte es lo único que te pedirá el cuerpo viendo como la serpenteante orilla desaparece en el horizonte.
Para nosotros Asturias ha sido un lugar para olvidarnos de las preocupaciones, y centrarnos en lo realmente importante: apreciar cada segundo del viaje. Esperamos que puedas perderte por alguno de estos increíbles y salvajes lugares, y que te invada una gran sensación de bienestar al querer descubrirlos con todos los sentidos.