#HYGGE #YOMEQUEDOENCASA #COSYMOMENT
Descubre la felicidad sin salir de casa.
La filosofía del Hygge nos muestra cómo no es necesario descubrir ciudades misteriosas o pasear por bosques extraordinarios para vivir experiencias que quitan el aliento.
En esto tenemos que admitir que los daneses nos ganan la partida. En España disfrutamos con las tardes soleadas en una terracita, con un par de cervezas acompañadas de grandes conversaciones y risas compartidas con amigos. ¡En eso somos las reinas y reyes!
La palabra Hygge viene de Hug (español: abrazo), y muchas personas lo definen como “El arte de crear intimidad” (aunque nosotros preferimos llamarle “El arte de estar a gustito”). Este arte no se puede entender sino que hay que aprender a sentirlo.
Para SENTIR lo que significa realmente cierra los ojos e imagínate por un par de segundos ese abrazo con esa persona especial. Esa sensación de tus pulmones abiertos de par en par respirando hondo, reteniendo tu respiración, y ese escalofrío recorriendo desde las yemas de tus dedos hasta el centro de tu espalda. Al fondo, un corazón muy rojo latiendo suavemente y la seguridad de que en ese preciso instante, nada malo te puede ocurrir.
[Muchos estudios han confirmado que uno de los países más felices del mundo es Dinamarca, y si el 75% de los daneses confirman que la experiencia Hygge es mucho mejor en casa… ¡con más razón habrá que quedarse! ]
¡Es tu momento! Prepara tu casa con estos sencillos pasos para conseguir recuerdos increíbles entre tu cuatro paredes (y con suerte un par más al aire libre):
THE HYGGE MANIFESTO
1
Atmósfera
En fotografía, se llama la hora dorada la primera hora después del amanecer y la hora de antes del atardecer. En ese instante en que el sol se encuentra más bajo en el cielo, y la atmósfera se va volviendo más cálida.
Esa misma sensación puedes experimentarla en casa. Tener lámparas con baja temperatura te tele-transportaran directamente a aquella tarde enfrente de la chimenea, con un buen libro y un par de mantas.
No obstante, para los daneses, el aura de una vela encendida, es lo primero que asocian a esta filosofía. Ellos utilizan nada menos que ¡6kg de velas al año! Si enciendes una comprobarás esa sensación mágica que hace que tu cuerpo y la expresión de tu cara se relaje. Sentir el calor de esa pequeña llama, sentir la frágil luz que aporta a tu casa.. es un gran momento de placidez y calma.
Si bien, nosotros hacemos nuestras velas, con cera de abeja (aunque pronto probaremos las de soja para respetar el trato animal): no deja tóxicos en el ambiente, no ensucia los muebles, y cuando la apagas no deja olor a quemado (que no es muy Hygge que digamos). ¡Te dejamos el link para hacer la tuya propia!
Cabe señalar que la calidez que te transmite una chimenea mientras oyes la madera crujir en el fuego crea una atmósfera inigualable. Pero no te preocupes si vives en un piso, ¡hay muchos sentidos increíbles desde tu ventana! Las gotas de lluvia chocando con el cristal, el viento mecer a los árboles, los pájaros alardeando de su bonita voz… incluso un trueno puede ser hygge si estás en casa, si estás fuera…no tanto.
2
PRESENCIA
¡Apaga los teléfonos y la televisión, ESTÁS AQUÍ AHORA!
Una de las desventajas de convertirse en adultos, es que estamos tan concentrados en la finalidad y los resultados de cada actividad que hacemos, que nos perdemos todo lo demás. Trabajamos para ganar dinero, vamos al gimnasio para perder peso, cocinamos cada día para comer… ¿y si hacemos algo solo porque es divertido?
Quítale el polvo a los juegos de mesa en una de esas cajas, a los libros de la estantería ¡da igual el género!, ponte tu música favorita y..¡diviértete!
3
PLACER
Chocolate, galletas, dulces… los palitos de zanahoria..no tanto. No tienes que demostrar que podrías ser un buen candidato para Master Chef, y es que un tartar de aguacate es menos hygge que un bol de palomitas compartidas.
No obstante, si que hay una especialidad que predomina sobre las otras ¡las tartas! Un trozo de tarta es para los daneses como para nosotros una tapita.
Lo más importante, al igual que en los viajes, es disfrutar del camino. En la elaboración de la comida también hay que disfrutar de proceso: ensuciarte las manos de harina, el olor de tu casa a recién horneado, risas entre amigos mientras cada uno prepara su parte… y después saborear todos el momento y esa deliciosa receta que directamente va a un cuaderno. Aunque tienes que recordar que ¡no es muy hygge tener dolor de estómago!
Lo que más nos gusta a la hora de preparar estos platos son las sensaciones que experimentas. ¿Alguna vez has olido algo que te ha devuelto a un instante de tu infancia? Los rollitos de canela y cardamomo nos recuerdan a nuestros paseos por Estocolmo, a una Navidad de jerséis y juegos de mesa.
Finalmente, el placer también se encuentra en las bebidas calientes: té, chocolate o café. Los daneses (al igual que Clara) tienen un refrán que dice: Vive la vida hoy como si no hubiera café mañana. No nos imaginamos qué hay más placentero y agradable que sostener una taza caliente en tus manos.
4
IGUALDAD Y TOGETHERNESS
No es muy Hygge cocinar solo mientras los otros están hablando en el salón. Siempre, pero en estos momentos especialmente, hay que priorizar el «nosotros sobre el yo». Comparte tareas y tu tiempo libre, ya que vivir experiencias con otros, hace que indirectamente se genere una atmósfera de relajación, comodidad, calidez, ya sabes… como un buen abrazo.
Esto ocurre debido a la oxcitocina. Es una sustancia que aparece en situaciones de intimidad y nos ayuda a conectar con otros, a sentirnos amados y seguros. Sin duda alguna, esa es la clave del Hygge y de la felicidad.
Asimismo, muchos científicos y encuestas confirman que las relaciones sociales son esenciales para la felicidad. Por lo que ¿a qué esperas para cocinar, jugar, hacer ejercicio, abrir un vino y contar miles de anécdotas? Crea esa memoria común y consigue que tus vínculos sean más estrechos.
5
GRATITUD
La gratitud es más que un simple «gracias» cuando te dan un regalo. Es guardar en tu mente lo que estás viviendo en ese momento.
Apreciar ese instante tiene beneficios psicológicos, físicos y sociales: mayor entusiasmo, mejor sueño, sufrir menos estrés, y lo más fundamental, nos hace valorar las pequeñas cosas de cada día.
Nosotros en nuestro Instagram intentamos subir cada día una historia titulada Wild toast (algún día explicaremos el porqué). En cada historia pretendemos plasmar las pequeñas grandes cosas que nos pasan cada día como: pasarte una mañana devorando libros, una conservación a miles de km, las flores abriéndose, unos aplausos desde el balcón..
Coge una libreta e intenta dedicar un par de minutos a escribir esa gratitud del día.
6
ARMONÍA
Prepara tu casa como si tuvieras un bosque dentro. Cualquier pieza de naturaleza que encuentres puede ser una buena opción: hojas, piñas, texturas animales (sintéticas claro está) como un cojín suave..
Para hacerte una idea hazte la siguiente pregunta: ¿qué podría tener un Vikingo en su salón? (puedes ver la serie de Vikings para más inspiración y disfrutar de los paisajes de Noruega tan increíbles que muestran).
La armonía no se ve sino que se siente: al pasar tus dedos por una mesa de madera o hundirlos en un cojín de pelo, al sostener una taza de cerámica caliente… ¡Échale imaginación y prepárate para una mañana de lo más entretenida!
7
CONFORT y SEGURIDAD
Confirmamos que esta filosofía es un magnífico antídoto contra el frío invierno, contra los días lluviosos y ahora, contra los días que tienes que estar en casa aunque desearías salir a contemplar cómo la primavera trasforma los bosques.
Quítate el pijama y hazte con un suéter bonito y tus calcetines sin agujeros (y tanto los que sí tienen como los que tras miles de intentos no han conseguido reconciliarse con su pareja, tíralos). Acoge tus piernas con una manta aunque no haga frío, y rodéate de cosas de maderaque te hagan sentir más cerca de la naturaleza.
Finalmente, elige tu sitio Hygge, el nuestro es el salón: un par de velas, una lámpara con un tono cálido, una manta suave que nos regaló la abuela de Jose, cientos de cojines, un jarrón con ramas de pino y piñas, un ambientador con lavanda, y una estantería con libros que nos hacen sentir y volar.