La magia de visitar un lugar y que de inmediato sientas que formas parte de él, de sus costumbres y de su gente. Durante nuestra última visita a Asturias, concretamente en Sidra Cortina, fue donde experimentamos esa bonita sensación. Acompáñanos en esta experiencia por conocer y reconocer una buena sidra, y apunta las pautas necesarias para experimentar su sabor por completo.
Si de algo estábamos seguros antes de ir, era de dedicar una mañana a perdernos entre los sabores de la maravillosa sidra asturiana , una vivencia totalmente desconocida hasta entonces.
Para ello fuimos al centro de su producción, a Villaviciosa, lugar donde Bea nos recibiría para poner un poco de luz en nuestros conocimientos acerca de este arte norteño.
Hasta el momento estábamos acostumbrados a tomar sidra en fechas señaladas, y por supuesto lo hacíamos con la sidra «conocida en el mundo entero». Sin embargo, tras esta visita comprendimos el origen de nuestro desencanto con esta bebida, y es que ¡todo lo estábamos haciendo mal!
Con las pautas de las personas locales y profesionales, hicieron que nuestra opinión cambiara por completo.
DEL CAMPO A LA BOTELLA.
En nuestra visita, pudimos conocer los famosos llagares asturianos (gran extensión de campos de manzanas). los cuales sirven de hogar a la mejor materia prima del mundo de la sidra: la manzana asturiana.
Tuvimos la suerte de conocer a un agricultor, y entre manzanos descubrir más acerca del producto. Por ejemplo, aprendimos que según los años la cantidad de manzana varía enormemente y, que además no todas las manzanas son aptas (tan solo 67 variedades de las mil que se encuentran en Asturias están reconocidas con D.O) . A pesar de ello, siempre conseguían mandar material a la sidrería para elaborar este manjar.
Como curiosidad, la manzana se recoge vareando los arboles para que estas caigan. Después se recolectan a mano una a una, de modo que se pueden descartar las que a priori no son válidas y quedarse con las mejores.
UNA TRANSFORMACIÓN GUIADA POR LA LUNA.
Una vez la manzana ha llegado a la sidrería, infinidad de procesos comienzan para elaborar el producto estrella.
Desde un primer lavado, el mallado, trituración, prensas neumáticas, trasiegos entre bidones y meses de maduración son solo unos pocos pasos que conlleva esta transformación.
Nos confesaron que el ciclo de la Luna es vital para un ciclo del proceso. ¿No es mágico? Se realiza en fase menguante y en el resto de sus etapas el resultado cambiaria mucho el sabor original.
Recibir esos aprendizajes, vivir el proceso de cerca, rodearte de gente local que suma, y no menos importante, poder degustar la sidra que se extrae del bidón inmediatamente, fueron los motivos que hicieron que optáramos por aproximarnos a la sidrería de Sidra Cortina.
CONSEJOS PARA TOMAR UNA SIDRA CORRECTAMENTE.
Sabíamos que estabas deseando que llegara está parte. Pues bién, después de todo el trabajo que conlleva hacer una buena sidra y el tiempo que requiere para beberla en su punto óptimo, no podemos descorchar la botella sin más y tomarla como si fuera un vino. Así que, ahí van:
– REVIVE LA BOTELLA
Es importante mover la botella para volver a reactivar el gas que permanece latente. Después de x meses almacenada, la vida de la sidra se apaga por lo que unas vueltas sobre si misma serán suficientes para resucitarla.
¡Ojo! , no se trata de agitarla para celebrar que hemos ganado una competición o nos ha tocado la lotería. Bastará con unos leves movimientos.
– ESCANCIA LA SIDRA
Os acabamos de desvelar que hay que remover un poquito la botella para darle vida ¿verdad? Pues bien, todo ese gas que hemos liberado no sentará muy bien a nuestro estómago.
Por ello hay que «romper» este gas mediante esta técnica, que para nuestra opinión es la mar de difícil.
Pero no os preocupéis, ya hay invento para que cualquiera pueda hacerlo. Se tratan de unos tapones preparados que te ayudan a dirigen la bebida por donde tu quieras.
Además, es vital utilizar un buen vaso. La burbuja no rompe bien contra un vaso de plástico y además, ya sabéis que no somos partidarios de este material en estos casos por el flaco favor que le hace a nuestro planeta.
– TEMPERATURA ÓPTIMA: 12ºC
Se acabó sacar la botella de la nevera para tomar una sidra bien fresquita o dejarla al aire libre en una noche de Navidad. La sidra debe tomarse a una temperatura de 12 grados, ni uno más ni uno menos. Será la forma de saborear su versión más auténtica.
Ahora bien, sabemos que es difícil controlar esta temperatura, y más en casos como el nuestro en pleno mediterráneo. Nuestro consejo es que mantener la botella en la nevera y sacarla un tiempo antes para que se atempere y encuentre esa proximidad a la temperatura del norte.
– CADUCIDAD
A diferencia de un buen vino, mantener la botella en el tiempo no es un buen consejo para la sidra. Perderá todas sus cualidades y el sabor deseado. Por ello, es muy importante respetar las fechas de consumo que aparece en el envase.
Para los más despistados, no es necesario que tiréis la botella si ha caducado. Es ideal para aliñar ensaladas y recetas que se te puedan ocurrir.
– LA BOTELLA SE BEBE DE UNA
Como habréis comprobado a estas alturas, la sidra es una bebida muy delicada. Por esa razón, tampoco podemos dejar una botella a mitad ya que se convertirá en un caldo que nada tiene que ver con el original.
Pensaréis que por eso los asturianos suele tirar el final del famoso culín, ¡pero no! Se debe a que anteriormente se compartía vaso porque era un producto caro de adquirir. Al final, con el tiempo lo han convertido en tradición y ya está en su genética. En cambio, tú no tienes porque desperdiciar ni una gota.
Además , por este mismo motivo, la sidra se sirve en tramos pequeños. Es tan delicada que una vez entra en tu vaso debes beberla a la mayor brevedad. Por eso se sirve en pequeña cantidades.
Y hasta aquí nuestro post de hoy. Esperamos haber traído un poquito de luz en este mundo tan tradicional pero también tan desconocido para tantos de nosotros.
Os animamos a que investiguéis en la página web de Sidra Cortina, y por supuesto que visitéis su bodega donde aprenderéis muchísimo más sobre este mundo. Nosotros probamos su pack de tres botellas: una para disfrutar de la sidra de toda la vida, una ecológica apostando por valores que cada vez necesitamos y, una última con un tiempo mayor de maduración para los más exquisitos.
¡A vuestra salud y con mucho amor, que es como mejor se hacen las cosas!