Bienvenidos a la ciudad roja
Nuestro primer contacto con el continente africano no ha podido ser mejor.
Marrakech es una ciudad que te recibe con los brazos abiertos.
Si estas dispuestx a dejar tus prejuicios a un lado y vivir la aventura, ¡esta es tu ciudad!
Marruecos pertenece al continente africano. A pesar de que Rabat es la capital, en Marrakech (antigua capital) viven aproximadamente 1.545.541 personas. ¿Cómo lo harán para meter a tanta gente en bloques no superiores 3 o 5 plantas? (las casas no pueden superar la altura de una palmera).
Es una de las ciudades más importantes y un gran destino turístico para viajar por primera vez fuera de Europa. Según el guía, en la Medina se quedaron viviendo las personas cuya mentalidad es la de hace 70 años o más. Prepárate para visitar un lugar lleno de contrastes, e incluso, para viajar a un tiempo pasado.
Qué hacer | Cinco días en Marrakech
DIA U N O |
1.
Plaza Jemaa el Fna
Todos los blogs de viajes tenemos algo en común: nombrar esta plaza en cualquier post sobre Qué ver en Marrakech. No sólo es su entorno cambiante, ni su gran extensión, ni el contraste de negocios allí presentes. Es la plaza por la que segurísimo pasaras cada día, ya que es un punto idóneo para poder ubicarte.
Evitamos a toda costa ver a los monos, serpientes y hasta pavos reales encadenados y siendo objeto de diversión de turistas con un nulo turismo responsable (de hecho a los monos no los vimos hasta el último día).
La plaza es un ser vivo. Sonidos de tambores, un olor a incienso que la envuelve, su tacto se asemeja a una cálida noche de verano, y tus ojos se van adaptando a los cientos de puestos y espectáculos que hay a tu alrededor. Toda una experiencia, aunque conviene señalar que los puestos que hay en mitad de la plaza no nos dieron mucha confianza a la hora de sentarnos allí a comer.
2.
Tomar un zumo en la Plaza Jemaa el Fna.
No era lo que más ilusión nos hacía e incluso en muchos blogs leímos que te rebajan el zumo con agua (y el agua de allí suele sentar bastante mal). De todas formas, nos gusta probar las cosas por nosotros mismos y poder tener una opinión real. ¡Por 0,40cent lo probamos!
Leímos que si vas a un puesto donde lo regenta un señor mayor, seguramente tendrás una probabilidad más baja de ser timado. Así que ahí estábamos buscando arrugas entre más de 48 puestos..hasta que al final uno nos pareció lo suficientemente mayor como para confiarle nuestro estómago.
El zumo muy bueno (no era tanto como para gastar dos billetes de avión para pasarnos el día bebiendo zumos, pero por el precio estaba genial), Podías elegir entre cientos de sabores pero como no somos de arriesgar nos pedimos uno de naranja (si, uno para los dos y nos lo bebimos la última mañana, you know). No nos pasó nada e ¡incluso nos lo sirvió en vaso de cristal y sin pajita!
DIA D O S |
3.
Puerta Bab Agnou
Toda la medina se encontraba bajo la protección de una gran muralla pintada como el resto de la ciudad: ocre. Esto se debe a que los tonos blancos harían la ciudad impracticable por los reflejos que produciría el sol, por lo que están obligados a usar este color.
Volviendo a la muralla, esta puerta constituía la entrada principal a la Medina. Su belleza es increíble, y es que los arcos de la cultura árabe son prácticos pero también bonitos.
Además de la puerta, la muralla cuenta con un sistema infalible de seguridad. Nos explicaron que la muralla esta llena de huecos donde la humedad hace que las palomas les parezca un fantástico refugio. y os preguntaréis: ¿Que tiene esto que ver? Bueno, pues utilizaban a las palomas en las murallas, de forma que si alguien se acercaba, estos seres asustadizos salían a volar, el revoloteo producía ruido, y los guardas de la muralla sabían que alguien andaba merodeando por allí.
¿En la Plaza Cataluña de Barcelona pasaba lo mismo? Si lo sabes, dínoslo en los comentarios.
4.
Place des Ferbatiers
No podemos decir que sea la principal, pero también acabarás varias veces en ella después de tu ruta. Además forma parte del acceso al Palacio de Badi.
En esta plaza, podrás descansar de las calles estrechas y encontrar puestos donde los precios están fijados, por lo que si ya no aguantas más el regateo es una buena opción.
5.
Riad La Sultana
Marrakech es bonita en todos sus rincones. Los propios puestos del zoco y los hoteles compiten por ver que espacio es el más bonito (podrían hacer un certamen de premios). En nuestro caso, esta fachada que encontramos por casualidad en nuestra visita al barrio judío, nos cautivó.
Más tarde descubrimos que se trataba de un Riad cuyo interior es un tesoro. Si lo buscáis comprenderéis porqué.
6.
Hacer un Free Tour
Nosotros lo hicimos con Civitatis y lo reservas desde España. Lo hicimos la primera mañana, siéndonos muy útil tanto para ubicarnos mejor y poder reconocer más fácilmente sus calles. Sin embargo, la ventaja principal una vez realizado fue poder conocer y acercarnos más su cultura y porqué hacen según que cosas, cómo actuar según que situaciones, y por dónde es mejor no ir (te lo ponemos todo en los TIPS del final). Al final le dejamos 5€ cada uno.
7.
Palais de la Bahía
Como todo en Marrakech, se trata de un lugar que de puertas hacia dentro te sorprenderá. En él verás los colores más vivos de Marrakech, incluso se atreven a usar un blanco impecable. Sus dimensiones te dejaran sin palabras, ah ¡no olvides observar sus techos!
Se trata de uno de los Riads más bonitos de la ciudad. Lo mandó construir un alto cargo político (que tenía muchísima pasta claro está, porque sino..¡a ver como haces este palacete!), el cual necesitaba un gran hogar por que ¡ tenía que hospedarse con su esposa y 24 mujeres más!
El señor supo hacerlo bien, ya que no eligió a sus esposas por ser las más riquiñas (que diría mi abuela), sino que cada una provenían de cada una de las tribus que conformaban el territorio del país. Total, que para mantener la paz en todo el país, ahí que estaban todas. ¡Qué pereza dar 25 buenos días!
8.
Musee Tiskiwin
Es uno de lo más económicos (3€). En él podrás descubrir todo lo que el Sahara esconde.
Aunque el edificio es bonito, no será el que más te sorprenda arquitectonicamente hablando, pero su contenido si que lo hará.
Como adelantábamos, el museo habla del Sahara, de como cada pueblo tiene unas características particulares, y te enseña la cantidad de focos de población que hay. Si señorxs, el Sahara está más vivo que nunca. Solo te decimos que con los dedos de las manos y los pies ¡no llegamos a contar todas las poblaciones que hay!
9.
Palais el Badii
Es el gran palacio de Marrakech, a excepción del Palacio Real. ¿Punto en contra de este último? ¡que está prohibida la entrada y no pudimos ir a cotillear! Por no poder, no te dejarán ni hacer fotos a los guardas que lo vigilan (y estos no son como los de Londres, estos se cabrean pero bien).
El Badi cuesta 7€, y aunque no pudimos pararnos mucho porque cerraba pronto (17h), conseguimos captar la increíble mezcla de ruinas con un azulejo muy bien conservado. Y es que somos fieles amantes de los edificios en ruinas ¿a ti que te parecen?
Además podrás ver el enorme patio, sin duda alguna el protagonista del palacio, con sus dos piscinas. Anímate a ver las recreaciones de lo que fue un tiempo atrás.
10.
Place des épices
Se termina el día, y es hora de disfrutar de un buena tortilla y un té verde con menta, viendo como transcurre el caos en esta bonita plaza con un fondo regentado por tapices.
DIA T R E S |
11.
Excursión Alto Atlas | Ait ben Haddou
Marruecos es el país de las excursiones, y es que ¡hay tantas cosas maravillosas por ver y una oferta infinita!
Al tener poco tiempo nos decantamos por descubrir Ait ben Haddou. En esta excursión exploramos el Alto Atlas. Es increíble como el paisaje pasa de una frondosa capa de árboles y vegetación, a un inmenso mar de tierra seca.
Contemplamos una carretera de vértigo (aunque el Furka Pass en Suiza no se queda atrás) y tuvimos un final de película en ciudades fortificadas construidas con la técnica de la tapia. Lo que más nos cautivó fue la inolvidable experiencia de la forma de vivir de los autóctonos de los pueblos. Te adelantamos que es muy diferente a la vida en la ciudad.
Nos queda pendiente ver las gigantescas Cascadas de Ouzoud y por supuesto la visita al desierto. Así que estamos seguros habrá una próxima vez.
DIA C U A T R O |
12.
Jardines Majorelle
A nosotros nos encanta el verde, y aunque el color ocre es bastante minimalista, estar alrededor de plantas nos alegra el corazón. Así que este día lo dedicamos prácticamente a visitar la parte natural de Marrakech.
La primera parada fueron los Jardines Majorelle. Tiene un precio de 7€ pero si todavía conservar el carnet de estudiante te saldrá por 3,5€ ¡nada mal la rebajita!
El sitio es muy bonito, aunque también es verdad que se llena enseguida de turistas, en los que nos incluimos. Quizás sea porque Yves Saint Laurent puso todo su empeño en convertirlo en un lugar de paz. Nuestro consejo es que veas el edificio azul muy rápidamente y te adentres en el espesor de las plantas y en el sonido de las fuentes que hay en cada esquina.
Cuenta con el título de jardín botánico de la ciudad por lo que es el más importante.
13.
Le Jardin Secret
Bien merece la pena pagar los 6€ que cuesta la entrada (si eres menor de 24 años si que cuentan con un descuento, aunque nada exagerado). Sin duda, fue nuestro jardín favorito. A pesar de que al llegar nos pensamos si entrar o no, cuando pasas las taquillas entiendes la razón de su nombre.
Es más, si lo ves tras haber estado en el Majorelle, llegarás a compadecerte de Yves Henri Donat Mathieu-Saint-Laurent. Y es que pasa igual que con la paella de Valencia, que como la gente local, ¡no la hace nadie!
El entorno que envuelve el jardín, las puertas talladas en cientos de mosaicos perfectamente-imperfectos, el color y los motivos del suelo (que lo siento mucho Yves pero el tuyo es un poco de terrao de toda la vida), hace que si tuviéramos que elegir solo uno por falta de tiempo o dinero, la inversión se iría para Le Jardin Secret.
14.
Musee Dar si Said
Más allá de ser un edificio precioso, te gustará entrar si eres un apasionado del mundo del tapiz. En este riad/museo encontrarás desde como se producían los tapices hasta los tipos que hay dependiendo de la zona de procedencia.
Lo más curioso que encontramos de este museo es que no existen dos tapices iguales, siempre que sean artesanales, puesto que las mujeres que los tejen no seguían ningún patrón y cada familia tenía sus propias particularidades.
Este fue el museo más barato al que fuimos, tan solo 1,85€. Nos pareció un precio perfecto puesto que en él ya podrás ver toda la arquitectura árabe, pudiendo ahorrar dinero en otro edificios de este estilo bastante más caros.
15.
Jardines Menara
Después de visitar el museo anterior para hacer tiempo hasta el atardecer (en Noviembre se hacen las 18:00h cuando oscurece) fuimos andando hasta los Jardines de Menara.
La mayoría suele ir en taxi. A nosotros nos gusta patear y nos plantamos allí en 15 minutos. El paseo estaba lleno de parques y olivos así que no se hizo duro.
Venir a descansar después de investigar en la Medina es lo más relajante que puedes hacer. Al ver la gran lámina de agua al llegar, desconectamos fácilmente e incluso nos tumbamos en sus escaleras a disfrutar del paisaje.
Además de camino hay un centro comercial, donde puedes hacer parada y comprar unas bebidas y aperitivos para hacer un pic-nic improvisado.
16.
Koutubia
Es el templo por excelencia de la ciudad, y al que por desgracia tenemos prohibida la entrada los no musulmanes. Sin embargo, desde fuera ya puedes disfrutar de su arquitectura y muchas de las historias y anécdotas que se cuentan sobre ella. Además de ver su preciosa torre, la cual esta decorada con 3 bolas bañadas en oro (detalle de una antigua reina que lo de no comer en el ramadán no se le daba muy bien), puedes rodearla, y contemplar los fuentes y jardines que hay a su alrededor.
Al igual que la plaza que te nombrábamos al principio del post, esta mezquita te ayudará a guiarte cuando salgas a visitar la parte nueva de la ciudad.
17.
Zocos
El mayor encanto de la ciudad para los que le gusta investigar y estar en el meollo de todo. Irás encontrándolos por todas partes si vas en busca de los monumentos que te hemos ido comentando. Creo que no hemos tenido los ojos tanto tiempo en la vida.
En ellos encontrarás de todo, y cuando decimos de todo es de todo. Cosas que te encantarán y tantas otras que te disgustarán. No hablemos del trato a los animales, aunque no dista mucho de algunas granjas que encontramos por España.
La ley que funciona aquí es la del regateo, y las motos tienen la prioridad.
En nuestro caso no tuvimos ningún problema, y pudimos hacer fotos donde quisimos sin que nos pidieran dinero a cambio ni ser agobiados, pero otros tantos nos han comentado que fue horrible la experiencia. Nuestro consejo es mostrar seguridad, nunca quedarse parado cuando estas perdido, porque al final todas las calles llevan a todos lados y acabarás viendo algo que te resulte familiar y ¡voilà! de nuevo en tu camino.
Tampoco tengas miedo en preguntar precios, y regatear. Lo máximo que puedes encontrarte es un cara mala o un insulto, pero tampoco te lo tomes a mal, y sigue disfrutando.
18.
Ensemble Artisanat
Saliendo del zoco y de camino a la parte nueva de la ciudad encontrarás un edificio dedicado a la artesanía. Además de una entrada señorial, podrás encontrar artesanos reales.
En él podrás comprobar como hacen los tapices, trabajan la madera o trenzan el mimbre. Además los precios están marcados. Si es verdad que son algo más caros que en el zoco pero sabes que estás comprando calidad, y cosas que realmente están hechas a mano.
19.
Parte nueva
La vida en Marrakech va mucho más allá de la Medina. Es más la mayoría de la población vive fuera de esta.
Aquí te encontrarás con la parte moderna de la ciudad. Cuenta con grandes zonas comerciales, y puedes ver barrios de mayor poder adquisitivo y calles de lo más arregladas. Es bueno que dediques algún momento a verla, ya que el contraste te ayudará a dejar de generalizar, y comprender que el verdadero Marrakech no es el que está en la medina. Como la verdadera Valencia no es la gente que vive en las barracas como hace tiempo atrás.
Una gran ventaja de la parte nueva es el precio de los restaurantes baja de forma considerable puesto que no es zona turística. ¡A tan solo 20 minutos de la mezquita andando!
20.
Cambiar dinero en el Hotel Ali
Tuvimos dos guías en nuestra aventura por Marrakech y alrededores, y ambos nos recomendaron el Hotel Ali para realizar el cambio. Recordad que el taxi se puede pagar en euros por lo que no hay que tirarse a hacer el cambio en el aeropuerto, donde siempre suele haber mayor comisión.
El cambio depende del día, nosotros fuimos 3 días diferentes y la fluctuación en el precio fue mínima. Por ejemplo el prime día 1€= 10,63 dirham y a nosotros nos lo dieron a 10, 47 dirham, por lo que por 150 € se llevaron una comisión de 2€ aprox.
21.
Probar la gran variedad de comida típica marroquí. Descubre dónde comer.
Corner Cafe
Fue nuestra opción vegetariana, aunque después encontramos cantidad de alternativas. Depende lo comilones que seáis pero con un cous-cous para los dos y un helado de postre tuvimos suficiente para los dos.
Zeitoun Café
Se convirtió en nuestro favorito de la ciudad. En medio de la plaza principal, y con mucha variedad de productos. Por lo que podías comer desde 4€ hasta lo que quisieras.
Restaurante Kui-zin
Vimos que tenía una opción en la medina y otra en la parte nueva. Nuestra sorpresa llegó al comparar los precios. Renta salir a la parte nueva a comer, además tiene alternativas como pasta y comida mediterránea.
22.
Contrata un buen seguro de viaje ¡y que no te pase nada!
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Tips
- Prohibidísimo hacer fotos a militares o personas con cargo.
- Recomiendan no beber agua de allí, sino embotellada. Nosotros las compramos aunque nos tomamos varios tés con menta (que no sabíamos de dónde procedía el agua) y no nos pasó nada.
- Por el zoco especialente, andar en fila de uno por la derecha. Así evitas ser atropellado por una moto, carro, bicicleta…
- El guía nos advirtió: “si estáis por el zoco y empezáis a oler mal, a cuero, dar la vuelta”. Ya que esa gente si que te intenta timar o perderte.
- Si no estáis muy cansados y os apetece conocer la noche de Marrakech: salir a la Discoteca Theatre.