Mediterráneamente. Es el concepto que surge como una a oda al verano, a la amistad y al amor, a los chapuzones interminables, a los atardeceres en calas de ensueño, a las largas siestas sin remordimientos, a la gastronomía local, y a pasar horas leyendo bajo la sombrilla. Todo ello es Costa Brava.
En nuestro viaje disfrutamos de unas vacaciones de verano inolvidables, por sus calas de aguas cristalinas, sus pueblos enclavados en el tiempo, y por ese sentimiento que solo podrás experimentar cuando pises por primera vez este rincón del mar mediterráneo.
CALAS Y PLAYAS PARA DESCONECTAR
CALA S’ALGUER
Costa Brava nos dio la bienvenida con estas postales. A pesar de que en 1972 fue declarada Bien de Interés Cultural, podemos afirmar que, en este rincón de Palamós, se ha detenido el tiempo. Contemplamos el amanecer observando como el mar y sus habitantes, iniciaban la maravillosa aventura de comenzar otro día en este mágico lugar.
CALA DE CASTELL
Llegamos andando desde Cala S’ Alguer. En esta cala disfrutamos de sus kilómetros de arena fina, y de un baño relajante rodeados de árboles. Es importante ir pronto si quieres tener unas horas para pasear completamente a solas. Al mediodía, no quedará ni un solo recoveco, debido a que además esta cala cuenta con un chiringuito y baños públicos (afortunadamente están muy alejados de la costa y sin producir impacto visual alguno).
CALA SA TUNA
Donde el verano es infinito. Un pequeño pueblo de pescadores en el que te sentirás atrapado/a explorando sus callejuelas, y sus diversos salientes al mar, en los que podrás darte un chapuzón cuando más lo necesites.
CALA VIGATÁ
Esta cala es de difícil acceso, puesto que su belleza se esconde al pie de un acantilado. Si buscas una cala de piedras, salvaje y formar parte de las personas privilegiadas en admirar su flora y fauna marina, no puede faltar en tu lista.
CAMI DE RONDA
Para nosotros lo más mágico y especial de los viajes, es descubrir lugares que no aparecen en ningún mapa/blog. Esto es lo que el Camí de Ronda te regala: la aventura de experimentar sitios por primera vez y completamente a solas. Desde las alturas, busca un rincón que te ponga el corazón muy rojo, y simplemente desciende por escaleras, rocas, o caminos, y prepárate para vivir un día como un/a auténtico/a nómada.
CALELLA DE PALAFRUGELL
Casa con salidas al mar, pinos y buganvillas, y paisajes inolvidables harán que no quieras volver a casa.
CALA D’AIGUA XELIDA
Nuestra favorita. Es una pequeña cala rodeada de una naturaleza salvaje. Cielo, tierra y mar se unen para que sientas este enclave como tu pequeño e inigualable lugar en el mundo.
PUEBLOS PARA DESCUBRIR NUEVAS PRIMERAS VECES
LA PERA
De los pueblos más auténticos en los que hemos estado. El turismo aún no ha llegado, y te permite pasear relajadamente en sus calles empedradas. Del mismo modo, disfrutarás de un desayuno en el entrañable bar L’Escola, mientras observar como niñas y niños aprenden a montar por primera vez en bicicleta.
PALS
PERATALLADA
PALAU CASAVELLS
Nuestra visita más sorprendente en este viaje, fue encontrarnos con este palacio del siglo XIV, de casi 3.000 m2, en el que se expone multitud de piezas y obras dedicadas al arte contemporáneo. La entrada es gratuita y su arquitectura forma parte de esa oda al arte.
La Costa Brava es ese rincón del mediterráneo al que volveremos una y otra vez. Esperamos que descubras su belleza y vivas un verano mediterráneamente infinito.